EL CELO a M.D. P.
El celo
el cielo
el deseo
la tela
la vela
el óleo
la cera
derretida
mi cuarto
de hora
el lugar
donde dormí
y acabó
tu cara
siempre triste
Todo esto
es una calle
de punta carretas
y el olor de las hojas
aplastadas en la vereda
recuerdan algo
que no se sabe qué
todo esto
tu cara triste
en la noche
encendida
en esa noche
tu cara
una vela
encendida
derritiendosé.
COMPAÑÍA
El chat
lo chato
las pijas
de oferta
chatarra
el polvo
lo nada
despierta!
mi pija
parada
bien pronto
tan muerta
tu cara
invisible
tu muela
siniestra
tus ganas
hambrientas
no ganan
sedientas
el polvo
marchito
las flores
el agua
podrida
las horas
bien solas
los muertos
bien frescos
EL CIEGO
El ciego
que siega
de cuerpos
las calles
brillantes
los autos
la ruta
los perros
sangrando
las hojas
barridas
las gordas
barrigas
a todo
parlante
canciones
de oferta
el talco
las medias
tan limpias
todo eso
tan lejos
que apenas
decirlo
me da un
escozor.
EL HUESO
El hueso
calado
la piel tan
marchita
no sirven
ascetas
hedonist
recetas
no hay forma
que darle
es psiquis
enferma
no hay modo
cambiarlo
escupe
consejos
no escuches
es viejo
horarios
osarios
trabajo
carajo
la muerte
la esquina
las olas
la espuma
naufragios
el surf
el buceo
y los
astronautas
el resto
no es nada
no quiero
crecer
EL MURO
El muro
seguro
condena
perpetua
relojes
agujas
clavadas
en dónde
sutil
anestesia
los días
baldosas
rutinas
la ruina
los ojos
un día
hundidos
mirando
al fin
sin saber.
EL SUELO
El suelo
la tumba
el duelo
el dolo
te debo
la vida
te bebo
te chupo
la vulva
el velo
la muerte
la noche
te velo
la pija
te toco
te quiero
RICTUS
En la mueca
hueca
que no hacemos
En el saludo
que no brindamos
cada uno solo
brindamos
riendo
puteando
chapoteando
llorando
riendo
entre restos
de naufragios
sin nada
sin nada más
que ésto
la calavera
que somos
estropeada
brillante
sin rimmel
sin maquillaje
es que el amor (lo
intuyen los perros)
está en los huesos.
POLVO
La nariz
metida en
el lodo
barrancos
barros blancos
cerebro
medusa
que duelen
las llagas
la piel
aguaviva
la página
en blanco
la paja que
en blanco
no supiste
darle forma
a una cara
recordada
algún cuerpo
pasado
es ésta gris
comodidad
mezquina
de quedarte
en casa
acurrucado
en la esquina
de tu cama
acabado
servirte un trago
tontamente
contento
de que al menos
no hay nadie
a quien decir
disfrazado
lo que sin dudas
en tal caso
no tenía sentido
decir.
